miércoles, 3 de julio de 2013

Anuncios por palabras


Estrenamos nueva sección. Para reunir fondos con los que seguir con nuestra labor social vamos a publicar anuncios por palabras. También compraremos droga, posiblemente, pero no pasa nada porque Jesús nos ama de todas formas.



Doy mi virginidad a cambio de sexo. Abstenerse intermediarios.

Alto empresario busca concejal para unas cosas mías. Imprescindible moral laxa y poca memoria.

Ofrezco trabajo no remunerado a cambio de agradecimiento eterno. No se valora ni la experiencia ni la formación.

Regalo una idea que se me ha ocurrido. Yo no la entiendo y no la voy a usar. Creo que está en inglés.

Nativo da clases particulares de español. Sólo pronombres. Abstenerse extranjeros. 30 euros/hora.

Doctorado en biología con años de experiencia en investigación con células madre se ofrece para pasear perros. Trabajo por comida y un mínimo reconocimiento social.

Hola, necesito 470.000 euros para una cosa. Urge.

Sacerdote católico busca niños para poner a prueba su fe. No hace falta experiencia. Vale arrepentirse.

Emprendedor busca socio para un nuevo negocio. 70.000 euros de beneficio por dos horas de trabajo. Imprescindible pasamontañas y vehículo propio. No pasa nada.

He perdido el norte. La última vez que lo vi tenía una ene mayúscula y una flecha hacia arriba. Le gustan los sitios con sombra y los imanes. Se recompensará a quien lo encuentre.

Artista posmoderno se ofrece para defecar en un cenicero y salir corriendo sin dirección determinada. Actuación en directo. También te lleno los zapatos con saliva de perro. 1000 euros. Me desplazo.

Vendo máquina del tiempo. Alcanza los 3600 segundos por hora. Invisible e intangible, no tiene masa y su espacio es plegable. Da problemas a velocidades relativistas y cerca de cuerpos estelares súper masivos, pero por lo demás va bien. 70 euros o mejor oferta. Me corre prisa.

Se busca político para golpearle los genitales con un martillo pilón. Ofrezco mi voto y un billete de 5 euros en un sobre. Prometo negarlo todo para siempre.

Político en campaña besa niños a cambio de votos. Sólo niños sin mocos, rubios a ser posible. Abstenerse negros y gitanos.

Cambio suegra pesada por cuñado gay. También tengo un vecino muy ruidoso, lo cambiaría por mascota molesta.

Alquilo mi tiempo. 10 euros/hora, más 200 euros de fianza que no se devolverán en caso de desperfectos. Hago el envío por correo electrónico. Se acepta visa.

Habitante del tercer mundo ofrece sus derechos humanos por 2 céntimos al día. También se cosen zapatillas de marca. Seriedad, constancia y malaria. Abstenerse ciudadanos concienciados que crean que ya aportan su granito de arena y luego se van de compras.

Dios primigenio busca portal interdimensional para lo que surja.

Cambio dinero que no es mío por recursos naturales, consumibles y bienes materiales. Preguntar por capitalismo.

Necesito que alguien me explique las cosas, yo no entiendo nada. Sería martes y jueves por la tarde, mejor a domicilio.

Última hora desde Moncloa


Para ahorrar gastos en investigaciones innecesarias, desde Europa se ha sugerido que a partir de ahora todos los políticos españoles sean imputados de serie al inicio de su carrera, y así ya podrán hacer lo suyo sin ser molestados por tonterías. Además sus esposas tendrán que firmar unos papeles con validez en diferido y para siempre en el que aseguran que ellas ni idea, que no saben de dónde sale el dinero y que ese señor que dicen que es su esposo no les suena de nada.

Cuando la prensa ha preguntado al gobierno sobre su opinión de estas medidas la respuesta ha sido que no les consta, que todo es falso, pero que apoyan plenamente a la justicia. Al preguntar a la ministra Mato, por su parte, se ha quedado sorprendidísima de saber que ella es parte del gobierno, que no tenía ni idea de dónde venía su sueldo y que ese señor gallego con barba no le suena de nada. Entonces en un despiste de la prensa ha desaparecido en una nube de confeti.

El presidente Rajoy ha sido entrevistado durante una barbacoa organizada por los populares en la que iban posando uno tras otro con la mano en el fuego, y ha informado de su preocupación por el mal estado de la ciudadanía. “Tenemos unos ciudadanos de vergüenza, sobre todo los pobres, les preocupa más la corrupción y el paro que las cosas como dios manda. Tenemos que tomar medidas y exigirles responsabilidad. Cada vez hay más que no trabajan, y eso no le hace ningún bien a mi empresa”. El ministro Wert ha suspendido a los españoles pobres, y a partir de ahora en los colegios públicos sólo podrán votar los ciudadanos excelentes. “No hay votos para todos, tenemos que reducir los derechos sólo a aquellos ciudadanos excelentes que sean merecedores de ellos. Pondremos curas en las urnas que elegirán quién puede votar y quién no”. Después el alma del ministro se ha alimentado con deleite de los abucheos de la plebe que lleva como politono.

Finalmente la Cospe ha comparecido para informar de que con objeto de hacer mejores ciudadanos se creará un nuevo ministerio desde el que se luchará contra la demagogia terrorista-fascista que asola al país. Carlos Floriano se pondrá al frente del ministerio en cuanto encuentre las llaves del coche y consiga atarse los cordones de los zapatos. Mientras tanto será Paco Marhuenda el encargado de llamar demagogo a cualquiera que llame al telefonillo del ministerio, no tanto para ganar tiempo sino para informar al ciudadano con precisión. “Bueno es que no me dajas hablar, tú lo que quieres es que vuelva la dictadura de los comunistas que nos mataron a todos, y así mejor lo dejamos, claro, como la derecha es tan mala...”, ha respondido al ser preguntado por el nombre que tendrá el ministerio.

martes, 2 de julio de 2013

Ijnorantes

Soy un ignorante. Ignoro un montón de cosas y sé demasiado poco sobre demasiados temas. También ignoro mucho a mucha gente pero éso es tema para varias entradas, o para ninguna más bien.

Pero ignorar cosas no es algo malo en sí mismo. Lo malo es no saber que las ignoras. Pero aún es aparentar conocimiento. Si sabes lo que no sabes puedes trabajar a partir de ahí, indagar, aprender de gente que sabe más que tú y sobre todo formarte una opinión.

Pero la opinión hay que trabajarla. El conocimiento hay que buscarlo. No vale con repetir como un loro lo que te ha dicho alguien con apariencia de saber sobre el tema y discurso rimbombate y/o técnico, porque pùede estar inventándoselo todo. Escucha a esa persona, acuérdate de lo que te ha dicho e investiga. Y ésa es la parte que suele fallar. Lo de investigar, que es un coñazo. Mucho más fácil lo de repetir lo que te acuerdes y rellenar los huecos con detalles de tu propia cosecha, y sin embargo lo que da conocimiento es investigar.

Que se nos hace cuesta arriba en parte porque desde pequeños la única fuente de conocimiento puesta a nuestro alcance es aprendernos las cosas de memoria y repetirlas en un papel, dejando lo de la investigación de lado y para el que quisiera hacerlo, y después de ocho horas de clase y de aprenderte la lección y hacer los deberes, iba a mirar si éso, que te habías aprendido, es cierto su puta madre. Porque tú te bajabas a la calle (o te echabas una partida al PC). En parte también viene por las presiones sociales; alguien que está constantemente poniendo en duda lo que le dicen, que no da nada por hecho y que matiza y puntualiza todo el rato, acaba siendo catalogado como tocapelotas (¡Hola!).

También se olvida que el conocimiento es objetivo. El conocimiento no son ni creencias ni gustos subjetivos. Sí, os voy a tocar el gusto. Y no me canso de repetirlo: los "creo que" y los "pues a mí me gusta" ni son argumentos válidos, ni son dignos de respeto alguno. Que creas (aquí: creer como fe) no lo hace cierto. Que te guste no lo hace bueno.

Ya existen Estándares Universales. Y estoy hablando de Estándares Universales objetivos, no de algo que le gusta a mucha gente o que está de moda, que sigue siendo algo subjetivo pese a que sea colectivo. Estándares formados a lo largo de siglos de trabajo e investigación objetiva con los que se puede comparar y evaluar algo concreto. Y luego, una vez evaluado ese algo, podrá gustar o no, independientemente de su calidad objetiva.

Y ahora, cada vez es más fácil encontrar esos Estándares para usarlos de base en tu propia búsqueda de conocimiento.

Y por éso me parece aberrante que todavía haya ijnorantes. Ijnorante es el quye te intenta vender una creencia o un gusto como algo verdadero y de calidad, sin haber dedicado tiempo a la evaluación objetiva de esa creencia o gusto.

Por favor, no me intentes vender un grupo como el súmmum de la originalidad, la técnica musical y la poesía de las las letras, cuando Bach, Beethoven, Lorca y Machado ya han nacido y han compuesto su obra.

No intentes venderme una idea política en base a lo que ha dicho Rajoy como la mejor opción cuando te niegas siquiera a conocer las ideas de Marx.

No intentes venderme Ese cuadro como el cúlmen del proceso creativo cuando Velázquez, Picasso y Warhol ya tuvieron el suyo.

Y desde luego, puto gafaspasta ijnorante, no me vendas la mierda de Joyce cuando he leído a Homero.

Y para que conste: Ninguno de los citados como ejemplos de estándares para el conocimiento objetivo me gustan subjetivamente. Y me considero un ignorante en cuanto a música, política, arte y literatura. Y, sin embargo, intento que mi opinión sobre esos temas, sea objetiva. Y poco, a poco soy menos ignorante.

Así que haceros un favor, sed todo lo ignorantes que tengáis que ser. Pero abandonad vuestra ijnorancia.

Y ésto es, tan sólo, lo que yo creo. Y me gusta. Por tanto es verdadera y buena.


lunes, 1 de julio de 2013

Universos paralelos


Hola, lector sin criterio. Lector porque te estás leyendo esto, y sin criterio por la misma razón. Pues bien, lector, voy a compartir contigo mi visión particular de la llamativa hipótesis que describe la existencia de diferentes universos paralelos. Agárrate, porque ésta va de filosofía dura.

Yo creo que sí, que haberlos haylos. Estoy convencido de que debe haber muchos universos, unos paranormales y otros paralelos. Los universos paranormales son para gente normal, y los universos paralelos son... éste es un universo paralelos. ¿Sabes esos colegios pretenciosos de las películas americanas donde separan a los niños con más potencial, y esos otros donde meten toda la morralla? Los universos paralelos son los trabajos de fin de curso de los dioses que iban a colegios-morralla, y que además suspendían.

Nuestro planeta es una esfera mal hecha, como a ojo, de unos miles de kilómetros. Gira vagamente como una peonza olvidada, y a su vez da vueltas en torno a un montón de hidrógeno ardiente, junto a otras pelotas cada cual más irregular. Muy lejos de nosotros, la imagen se repite una y otra vez, miles de millones de veces, a distancias absurdas para formar nuestra galaxia, que a su vez vaga en el vacío juntos a otros millones de galaxias. Y todas ellas forman un conjunto que aún es insignificante si lo observamos desde otro conjunto de galaxias cualquiera, tan lejanos entre sí que se ven los unos a los otros como meros borrones de luz. Y el escenario se repite una y otra vez según nos alejamos. Si nos alejáramos a la velocidad de la luz tardaríamos 14 mil millones de años en tener la visión global de un vacío insondable, con montones de lucecitas vagando desordenadamente, y ahí fuera nuestro dios advirtiendo con severidad: “¡¡dejad de masturbaros hijos de puta!!”

La buena noticia es que es ser feliz en un universo paralelos es más o menos fácil. Sólo tienes que afiliarte al grupo de seres humanos que compartan el mismo enfoque sobre cualquier cosa. Eso sí, tu felicidad se verá amenazada también con facilidad, basta con que alguien trate de exponerte que tu postura es una memez y que tan sólo la adoptas porque es la que más te conviene. Bien, cuando pase esto sólo debes decir una palabra para recuperar tu postura, siempre que la digas con seguridad y prepotencia. La palabra es demagogia.

Sí, lector, demagogia es el nuevo comodín que anula cualquier razonamiento que suene racional y que por lo tanto pueda atraer la atención de los demás. Imagina que alguien viene a decirnos que la sanidad pública es justa y necesaria, además de presentar datos para justificar que tampoco es una ruina, ¿qué debemos presentar como contra-argumento? ¡Demagogia! Tu no quieres sanidad pública, tú quieres caer bien a la gente y eso es trampa porque yo no puedo, porque soy un impresentable que trata de enriquecerse con tu salud, o así pretendes hacerme aparecer. ¡Demagogia!

Imagina ahora que alguien viene a decirnos que también quiere educación pública. Éste es un demagogo de libro, déjaselo bien claro. Puede que no lo entienda, pero no te esfuerces, que se hubiera pagado un buen colegio. Si no sabe debatir es su problema, no el tuyo.

Pero podemos ir mucho más allá, en este universo paralelos, explotando una peculiar cualidad del paralelismo. En un universo paralelos se da la condición de que siempre existen dos versiones, ni más ni menos, y que además están en polos opuestos. Y por supuesto optar por cualquiera de ellas está mal (es demagogia), lo correcto siempre, sin excepción, es quedarse justo en el medio, es decir afiliarse al grupo de humanos de postura más cómoda y fácil de defender. A esto se lo conoce en términos coloquiales como democracia, y los que no piensan igual son extremistas peligrosos. Así que de todas las cosas debes tener una visión bipolar y jamás dar más validez a una idea que a la contraria, deberás quedarte en el equilibrado punto de la apatía y el conformismo, más conocido como “bueno, pues que cada cual tenga libertad para hacer y pensar lo que le parezca bien”.

¿Y cómo puedes saber cuáles son los dos extremos, para colocarme obedientemente justo en la mitad? ¡Ningún problema! Sólo tienes que escuchar lo que te dicen aquellos que jamás usan demagogia. Ellos te dirán, por ejemplo, que la extrema izquierda es el estado de bienestar, las listas abiertas, y la desaparición de las clases. La derecha extrema, por otro lado, es lo que te digan en los medios de derechas. Y no es cierto que monten circos ilusorios en los que te dan una imagen caricaturizada del mundo para desplazar ese extremo ideológico, de modo que el presunto punto medio quede justo donde les interesa. Pensar eso es demagogia.

Lo equilibrado es que si alguien se puede enriquecer infinitamente a costa de la pobreza de otros se le permita, que eso se llama libre competencia; que si eres pobre y no puedes estudiar pues haber estudiado más y no serías pobre, eso es excelencia; y que si todos los ciudadanos producen más de lo que cobran, la diferencia no tiene porqué repercutir en el estado para que se redistribuya entre los que lo necesitan o en invertir en el futuro. Esto sí que es demagogia cochina, lo suyo es que se lo queden los empresarios y gobernantes, que para eso te dan la oportunidad de producir más de lo que cobras. Además, esto se llama liberalismo, que suena chachi, no como el comunismo, que suena a sucia dictadura con asesinatos en masa.

Lo mismo puedes aplicarlo a cualquier aspecto de la sociedad, siempre debes quedarte con dos opciones opuestas y admitir democráticamente que lo correcto es el punto medio. ¿Preñó dios a una virgen para nacer de ella para que le matásemos para resucitar para ir al cielo a odiar a los maricas o es sólo un cuento? Lo democrático es “ah, pues que cada uno piense lo que quiera, hay que respetar ambas posturas”. ¿Es justo que la familia real sea... pues eso, una familia de la realeza? Pues ni sí ni no, lo democrático es “bueno, no es justo que el rey pueda violar impunemente a mi hija y a mi perro, pero por otro lado es un tipo estupendo así que... yo le pago el colegio privado a sus nietos”. Sí, reconozco que lo del perro ha sido demagogia. A veces soy poco demócrata.

Ah... la democracia. A ver cuando nos cansamos de la demo y compramos la versión definitiva. Porque repetir la misma fase una y otra vez cada cuatro años es un poco coñazo, la verdad. Paralelocracia liberal, próximamente en las mejores ideologías.