sábado, 11 de agosto de 2012

En el espacio nadie puede oír cómo nos toman el pelo


Hola amiguitos. Hoy vamos a hablar de una película muy buena muy buena que vi ayer en el cine, de esas que te marcan para siempre, y si no la habéis visto y no queréis que os la destripe no paséis de este párrafo. Se llama Prometheus, y pertenece a la saga de Agárralo como puedas y Air Force One: el avión del presidente. Esta es con diferencia la más divertida de las tres.

La prota es una zientífika de la hostia, que cree (según ella porque “elige creerlo”) que los alienígenas nos visitan desde hace milenios, que crearon a los humanos y que quieren que les visitemos. Si no es el argumento más original e innovador del mundo yo soy Iker Jiménez. Bien, además descubre que cinco círculos dibujados en una piedra son clarísimamente un mapa estelar. ¿Pilláis el chiste? ¡Es gracioso porque es imposible! ¡¡Hay cientos de miles de estrellas en nuestro cielo, infinitas combinaciones de ese patrón!! Los humanos enviamos desde hace décadas mapas bastante más sofisticados para indicar nuestra situación en el universo, usando distancias entre púlsares y fechas relativas a sus periodos y... bueno, bien visto no es tan gracioso. En fin, que se van al espacio a hacer amigos.

Bueno, inmediatamente llegamos al espacio, porque un señor rico y egoísta (sí, los personajes rompen moldes) manda a un montón de super-zientífikos de élite a donde dice el mapa: para arriba hasta llegar a las afueras de la Tierra y luego todo recto por donde está oscuro y vacío, hasta llegar a la rotonda. Empezamos ahí, en la rotonda, donde el guionista nos cuenta otro chiste muy bueno: Han recorrido un número (creo que tres coma algo) por diez elevado a 14, no recuerdo si en millas o en kilómetros, en dos años y pico. ¿Lo pilláis? ¡Es entre cien y mil veces la velocidad de la luz, algo completamente imposible, y lo mejor es que al espectador le daba igual dónde estuvieran y cómo hubieran llegado, nos lo dicen porque quieren! Ya, esto tampoco es muy gracioso... pero a partir de aquí mejora, os lo prometo:

Los zientífikos se despiertan y son todos gilipollas y con la personalidad de una piedra, ¡y ni siquiera se conocen! Y la nave, como en todas las precuelas, es mucho más avanzada tecnológicamente que las de las otras películas. Ah, hay un robot... que es como siempre, que si yo quiero ser humano, que si cuál es el sentido de mi existencia, tendré alma, que si no se puede confiar en mí porque al final os la meto doblada... ya sabéis que la ciencia ficción no es un género que permita inventarse nada, hay que ceñirse a la biblia. Sigamos; bien, ahora recordemos que el proyecto del viaje es ir al encuentro de una posible civilización extraterrestre, ¿de acuerdo? Lo digo porque a lo largo de la película personajes, director y guionistas tratarán de que se nos olvide haciéndonos creer que han venido hasta aquí de convivencias cristianas: hablar del amor de Cristo, echar un casquete siempre que se pueda y comer tortilla al aire libre y sin casco a ser posible. Es tarea del espectador centrarse en la misión, porque ellos no lo van a hacer.

Y llegan al planeta alienígena. Nada más llegar encuentran un sitio con sombra, y prefieren aparcar ahora aunque haya que andar un poco, antes de dar una vuelta por el planeta y descubrir que está hasta arriba de gente. Así que uno no se quita la idea de la cabeza de que toda la película podría transcurrir en un descampado desolado a 15 kilómetros de una mega-metrópolis avanzadísima... pero eso a los personajes se la pela, ellos vienen por el turismo rural. Al aparcar ven unas estructuras, que según un zientífiko de a bordo son artificiales “porque dios no construye con lineas rectas”, con dos cojones. A todos les parece bien, así que se ponen la pecera en la cabeza y salen de la nave a hinbestigar. Ah, estos zientífikos hinbestigan, que es como investigar pero mucho más fácil y más divertido, consiste en tocar todo lo que veas con las manos desnudas, quitarte la escafandra en cuanto puedas, acercar la cara a la fauna local a ver si te violan el esófago, y electrocutar cadáveres y restos arqueológicos de valor incalculable antes de hacerles ninguna prueba en absoluto (¡hemos venido a divertirnos!).

Una vez dentro, el geólogo saca unos artilugios súper avanzados que trazan un mapa tridimensional con escáneres y sensores que transmiten a tiempo real todo lo que pasa allí dentro. Unos tres minutos después este mismo geólogo y otro subnormal que va con él se pierden por completo y quedan aislados del resto. ¡Bien por ellos! Supongo que tenerlos en nómina desgravaba.

Mientras, el resto de hinbestigadores encuentran cadáveres de alienígenas y unas cosas y no se qué mierdas, y un montón de chapapote en una sala muy rara. Hay lombrices, no se porqué, pero nadie se da cuenta, no venían a eso, así que da lo mismo. Agarran la cabeza de un muerto y se van a su nave. Esto pasará varias veces a lo largo del film (que es como los críticos elegantes dicen película), la gente sale de una nave, se va a otra nave y vuelta a empezar. Así que van a su nave con la cabeza alienígena, y le hacen unas sofisticadas pruebas científicas. Primero le quitan el casco y uno dice “¿os parece bien que le electrocute una oreja? Lo digo para estimularle y tal, que se le ve de bajona” y la otra le responde que sí, que puede ser gracioso, pero que no pase de los 30 Amperios (aunque luego se animan y llegan a los 50). Bueno, esto aplicado a un ser humano serían unos 125000 voltios, claro que desconozco cuál es la resistencia eléctrica de los cadáveres alienígenas. La otra prueba es la de ADN, claro, esto no puede faltar. Ah, el ADN del alienígena resulta ser idéntico al humano. ¿Lo coges? ¡Es otro chiste, sólo dos hermanos gemelos comparten el mismo ADN, así que el alienígena es el hermano malvado de la protagonista! ¡O mejor, que la gilipollas compara una muestra suya consigo misma una y otra vez! Hmmmm... empiezo a sospechar que la película no es tan graciosa, que sólo es pretenciosa y cutre al mismo tiempo...

¿Y os acordáis de los dos idiotas que se habían perdido en la nave alienígena? ¡Mueren! ¡¡En serio!! Mueren intentando abrazar cariñosamente, porque se han estado metiendo peyote del bueno, a cada forma de vida que encuentran mientras en la nave nadie se entera porque están todos echando polvos como si no hubiera un mañana, como es lógico. ¡No han venido hasta aquí para perder el tiempo con descubrimientos científicos! Y como decía, hay por ahí un chapapote mágico alienígena que hace muchas cosas: si se lo bebe un extraterrestre se desintegra, si se cae en una lombriz se convierte en una cobra albina, si se lo bebe un gilipollas le salen gusanos por los ojos y se pone malito (pero se calla, eso debe ser un resfriado y él no es de los que se quejan por nada), y si se folla a otra gilipollas le salen chipirones de la barriga. Es, en general, un chapapote-comodín, usado por los guionistas para hacer lo que les salga de las pelotas y que tú te creas que te han explicado algo de la película.

Lo mejor es cuando la prota, estéril y muy creyente, aferrada a su crucifijo, escucha de boca del robot que está embarazada. A esto añadimos que la nave alienígena y los cadáveres encontrados tienen 2000 años. Y crearon a la humanidad. ¿Necesitas más pistas, joder? ¡Es un sutil paralelismo con la creación divina, la concepción de Cristo, la Virgen María! No lo entendías porque es algo que los narradores dejan caer delicadamente, como para decir “esto es profundo que te cagas”. Ah, por cierto, está embarazada de un chipirón que ella misma se extirpa. Luego se grapa las tripas y sale a correr un rato por ahí. ¿Que por qué se quedó embarazada de un chipirón? Hmmmm... bueno, es que había un robot muy rarete que le puso chapapote a uno en un vaso y... ¿Por qué puso chapapote en el vaso? Bueno, porque... porque si no la película no iba a ninguna parte, coño, con tantas gilipolleces de ADN y eso de electrocutar orejas. Total, que se raja la tripa, se pone unas grapas y a correr. Y se encuentra en una habitación al emperador de la Guerra de las Galaxias que anda buscando a su maquillador, y de repente ya todos se llevan bien. Y salen a buscar alienígenas, porque el robot ha encontrado uno vivo. Ah, el robot habla todos los idiomas que existen porque ha estado repasando durante el viaje, y como los alienígenas existen el robot habla su idioma. Así que le despiertan, que estaba durmiendo desde hacía 2000 años, y se ponen a gritarle en la cara. Total, que empiezan otra vez a hostias, y la prota se escapa corriendo, con la tripa abierta de parte a parte, menuda es ella. Y yo que sé, el marciano se va hacia la Tierra pensando “yo quiero pillar un poco de su costo”, pero el capitán de la nave humana se marca una de kamikaze (sin manos, esto es importante por alguna razón que ya nos explicarán en los extras del DVD) y todos explotan. Y entonces la nave alienígena, que tiene forma de rosquilla mordida se pone a rodar por el planeta en línea recta. ¿Hacia dónde huyen los hinbestigadores que están en su camino? ¡En su misma dirección, y en línea recta! ¡Es buenísimo! Aunque aquí me falla la banda sonora, algo tipo Benny Hill o los Looney Tunes hubiera sido más apropiado. Lo digo por ponerle algún fallito a la película, nada más.

Total, que sobrevive la prota y la cabeza del robot, a diferencia de todas las demás películas. ¡Qué final! Ojalá hagan más películas, porque aún quedan muchos puntos muy interesantes de profunda reflexión que explicar, que pueden dar mucho de sí:
-¿Hubo alguna fuga de gas durante el viaje que causó daños cerebrales a los astronautas, o venían así de casa? 
-¿Alguno de los astronautas tenía algún remoto interés en la exploración espacial antes de salir de la Tierra?
-¿Está el guionista realmente contento con su trabajo, o no es TAN idiota?
-¿Fue el director sustituido durante el rodaje por los Monty Python, y el resto del equipo no supo pillarles el punto?
-Si el chipirón abortado sobrevivió y creció 5 metros en 10 minutos, ¿cómo hubiera sido de haber completado su gestación y tenido una infancia relativamente feliz?
-¿Son los alienígenas tan gilipollas como parece? ¿Lo de arrancar la nave con una flauta va en serio?
-¿Puede hacerse una película más pretenciosa que esta?
-¿Es mucho pedir, queridos astronautas, un mísero mensaje a la Tierra? Algo sencillito... un simple “hola, nos despertamos ayer por la tarde, y desde entonces: hemos hallado vida extraterrestre, stop; hemos descubierto el origen de la vida, stop; encontramos la raíz de todas las lenguas existentes, stop; una civilización hostil y gilipollas quiere exterminar a la humanidad, stop; el senador Palpatine planea acabar con la república, stop; hay que dar más bromuro a los astronautas".