jueves, 22 de diciembre de 2011

Mierda de calle

El suelo estaba mojado

y yo tenía mucha prisa

y caminaba apresurado

evitando el agua fría


Pero fui despreocupado,

en los charcos me fijaba

y así expuse a mi calzado

a lo marrón en la calzada.


Con viscosa textura

y desagradable sensación

la suela resbalaba

y se hundía en el mojón.


¡Qué falta de respeto!

¡Qué poca urbanidad!

Aquel lugar repleto

de los frutos de un ojal.


Y yo y mi cara de idiota

nos paramos a pensar

en pisar ahora la boca

del dueño del animal.


Tal vez una viejecita

paseaba a su puta rata

o quizás fue el terrorista

un niñato con bestia parda.


Pero fuera de quien fuera

el ojete excretor

lo que echaba por el ano

no dejaba buen olor.


¿Cómo, Dios bendito,

en tu infinita sabiduría

creaste al tierno animalito

que tal cosa cagaría?


Era vileza e ignominia,

atroz pandemonio marrón,

mi cordura sucumbía

restregando aquél horror.


Alimenta a tu mascota,

mímala y estrecha lazos

pero cuando haga sus cacotas

te las llevas, mamonazo.


lunes, 19 de diciembre de 2011

Pataleta diluida

He leído por ahí que en la Universidad Pública de Navarra están dando unos cursos sobre homeopatía. Tengo entendido que la homeopatía ya se enseña en este país formalmente en algunas universidades. Lo que no sé es porqué se hace. También sé, porque todos lo hemos visto, que los productos homeopáticos se venden en farmacias. El hecho de que se permita su venta en cualquier establecimiento es muy triste, que comparta estantes con medicamentos reales en las farmacias es muy grave, y que se le de la suficiente veracidad en el entorno académico como para enseñarse en las universidades es aún peor.


Quien quiera saber qué es exactamente la homeopatía pues que le de al google, o que lo pregunte en una farmacia, o que se busque algún vídeo del genial James Randy en el TuTubo. O que se apunte a la Universidad Pública de Navarra. Quien ya sepa lo que es, o bien sabe que es un timo basado en unos principios completamente ridículos, o bien tiene la mente lo suficientemente “abierta” como para usarla porque es un remedio “natural” y muy “cool”. Hay quien la usa simplemente porque la industria "alopática" está podrida, pero aunque esto sea verdad no hará que por arte de magia los cuentos de hadas se hagan realidad.


Qué exagerado, comparar la homeopatía con cuentos de hadas. Pues no. Por lo menos las hadas son muy canijas y tienen alas para poder volar. Pero es que esto de la homeopatía...


No vamos a seguir opinando, ni diciendo generalidades. No me voy a meter con los ridículos postulados de esta pseudo-ciencia, quien quiera que los busque y opine. Vamos, simplemente, a ver qué es: un producto homeopático se hace cogiendo una disolución de una sustancia que según los homeópatas combate un síntoma concreto (que ni de coña, pero bueno), y a partir de esta disolución se van preparando otras cada vez menos concentradas. Siempre trabajan con proporciones centesimales, en principio respecto al volumen, es decir, que con cada dilución ponen una parte de soluto en cien de disolución. Y cada vez que hacen esto, lo llaman 1X o 1CH. Si lo hacen 7 veces, pues en la cajita pone 7X. Cuantas más X, es decir cuanto más diluida la “medicina”, más efectivo es el tratamiento (no me preguntéis porqué). Luego cogen una gotita minúscula de esta disolución final y la ponen sobre una pastilla de azúcar y la dejan secar. Envasan la pastilla y a vender (y venden mucho, mucho, mucho).


Hagamos ahora un ejercicio facilito: calculemos una disolución típica usada en homeopatía, pongamos un 15X (las hay hasta con cientos de X). Cogemos 1ml de “sustancia medicinal”, es decir de principio activo, y lo diluimos en 100ml de agua. Agitamos bien, y de lo que nos queda cogemos 1ml y lo echamos en otros 100ml de agua. Repetimos hasta 15 veces. En la primera dilución teníamos 1ml, en la segunda cien veces menos, en la tercera diez mil veces menos... En la última tenemos 10 elevado a -30 mililitros de principio activo en 100ml de disolución (no digamos ya en la gotita que cojo para poner en la pastilla). Vale, ¿y eso qué? Si funciona pues esto no importa, ¿no?


Pues no. Porque la sustancia original estaba formada de moléculas. Y las moléculas se componen de átomos, en distintas proporciones, y esto es lo único que define una sustancia. Distintas porquerías son distintas porque tienen distintos átomos en distinta cantidad. Una sustancia tiene muchíiiiisimas moléculas, cada una formada por muchíiiiisimos átomos distintos, grandes y pequeños. El más pequeño, el del hidrógeno, es como una bola de 10 elevado a -10 metros de radio. Para los de letras, una esfera así ocupa un volumen aproximado de 4 por 10 elevado a -30 metros cúbicos, lo que equivale a 4 por 10 elevado a -24 mililitros. Esto es lo que ocupa el átomo más pequeño del universo, 0,000000000000000000000004 mililitros. Cualquier sustancia capaz de curarte, matarte, o interactuar contigo de cualquier forma, conocida o no, es millones de veces más grande que este átomo.


Retomando nuestra disolución 15X, tenía 10 elevado a -30 mililitros de esta sustancia, es decir, un volumen 1 millón de veces más pequeño que el átomo más pequeño que existe. Es físicamente imposible que en esta disolución haya nada, nada en absoluto, de medicamento, sólo hay agua. Además, este agua no ha estado en contacto ni con un sólo átomo de la sustancia original (para los defensores de la “memoria del agua”, otro cuento). Es absolutamente impensable que esta disolución te cure nada que no sea la sed. Desgraciadamente al ponerla en la pastilla y dejarla secar, ni siquiera va a servir para esto. No se qué dicen las autoridades sobre la homeopatía, pero estoy seguro de que no la avalan. Tal vez la reconozcan, y la permitan. Pero aunque todos los premios Nobel de medicina juntos asegurasen que funciona (que jamás pasará), sigue sin hacer que funcione. Sencillamente no hay nada ahí dentro que pueda funcionar. Las cosas se demuestran, no se afirman.


La homeopatía nunca ha demostrado funcionar, y si lo hiciera alguna vez significaría que el hombre está equivocado en casi todo lo que conoce sobre física y química. Esto cambiaría el mundo para siempre. ¿Por qué a ti te funciona? Y a mí que me cuentas, pregúntale a un psicólogo porque la estadística dice que estás siendo afectado por un fenómeno muy común (y muy humano) conocido como efecto placebo. Y después de hablar con el psicólogo te vuelves a plantear si te funciona de verdad o si sólo lo creías. Un testimonio personal es cualquier cosa menos algo objetivo y fiable. Aunque sea verdad.


Por mi parte, para mantenerme unido al planeta Tierra siempre llevo una bufanda naranja atada a un tobillo. A mi me funciona, así que es así. Que no sepa cómo funciona y que la lógica lo contradiga no es motivo para dejar de usarlo, porque funciona. Pero los cabrones de la farmacia siguen sin querer vender mi método, veamos qué me dicen en la universidad. Y ya os contaré el remedio que tengo contra las tormentas... ¡desde que lo uso no ha habido ni una sola que no haya terminado por pasarse, y hablo del planeta entero!



viernes, 2 de diciembre de 2011

Marianowar

Cuatro años de pelotas de acero, discursos de "nosotros mejores que los demás", y casi ningún proyecto serio por delante. ¡¡¡Son los putos Marianowar!!!. Sólo que no serán ellos los que se queden en gallumbos, mireushté.